A la Esperanza
Esperanza, mi más noble consorte,
mi visión doblada, entre voz y tacto,
tu pelo rajado en corvino corte,
mi esencia rendida, el tenor abstracto:
Déjame estar, un momento, en las sombras,
bajo el tenebroso techo de amor;
Yo reniego de ti — tanto asombras;
con tus falsa promesas, das dolor:
No te me insinúes con falsedades,
con historias de soles en la noche,
ya que veo lo verdadero — lealtades
se expresan entre regla y reproche:
Sueño con la vida, la vida nueva,
pero no espero nada; vivo a prueba.